Intima fijación subida de tono



Me gustas vestida de lino blanco…
y te imagino en ropa interior,
pero no acierto a definir qué color es el mejor que le sienta
a tu piel clara… más clara que café
con aroma a cacao listo para el chocolate,
por eso no te va el marrón…
no te hace brillar la piel.
Permíteme apartar un poco la tela que
estorba en tus hombros,
necesito aligerar el pensamiento martirizado.
Si… ese brasier color granate realza las dos gemas
que se deslumbran ante mis ojos magnetizados
por la sutil forma esférica considerable de
piedra preciosa que no ha sido comercializada y
aun está en su estado crudo.
Lamento continuar mi peregrinaje
Pero soy esclavo de mi curiosidad.. y…
y tú no eres precisamente quien calma
la sed de mi capricho.
El cierre de tu pantalón entorpece mis manos…
Ayúdame… tus manos aunque temblorosas
saben que hacer…
Deslízalo… si… así… deja descubierto
tu vientre irresistiblemente flácido
pero moldeable a mí beneficio.
Me causa placer ver tus muslos esponjosos
que tientan mis dientes a hundirlos en esa carne y
gratificarlos con un suave mordisco,
nuevamente algo obstaculiza mi perdición,
la tanga… su color no me gusta… es…
lo de menos… pero… el jade sardo no me simpatiza,
dejaré todo en granate del mismo tono,
te despojare de ella… no me interesa, además ya se el color,
no soy experto en ropa íntima, pero con esta mis dedos
se defienden bien… el ambiente es tórrido y
reveladora la proporción… mi manía toma nuevo rumbo
al contemplar tu vestido natural.